miércoles, 2 de septiembre de 2015

La época y el consumo homogéneo - Septiembre de 2015

I N S T I T U T O   O S C A R   M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n   R í o   G a l l e g o s


LA ÉPOCA Y EL CONSUMO HOMOGÉNEO
(Texto publicado en el diario La Opinión Austral, el día 02 de Septiembre de 2015)

Autor: Lic. Ariel San Román
(Responsable Local de la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2)

Siguiendo a Eric Laurent (“El revés del trauma”, en Virtualia nº06, Revista digital de la E.O.L., 2000), la época contemporánea se caracteriza por la imposición de la Ciencia en todos nuestros ámbitos de existencia, lo que no deja de tener consecuencias relevantes para el campo de la subjetividad actual. Uno de ellas es el Cientificismo, que es la reducción de todo saber al discurso de la Ciencia. Todo saber debe ser objetivado, clasificado y cuantificado (medible). Este empuje hace existir la ilusión de -lo que este autor denomina- una “causalidad programada”: todo es concebible bajo una proyección a futura absolutamente calculable. Todo lo que escapa a esa programación -que rehuye de lo esperable- es experimentado como un escándalo, como la irrupción de algo que adquiere cualidad de traumático y falto de sentido (“¿Cómo pudo haber salido nuestra hija anoréxica, si le dimos todos los objetos que nos ofrece la tecnología, aún sin que ella nos lo pida?”). O peor, que inmediatamente es tratado como algo que debe ser rechazado, pensado como un trastorno o disfuncionamiento (“Nuestra familia hizo las cosas bien, si nuestro hijo es adicto es por culpa de sus amigos...”).

Si la Ciencia programa la subjetividad de la sociedad, dentro de esta lógica no hay lugar para la particularidad. Todos debemos tener una subjetividad homogénea y debemos llevar nuestra existencia tal como se lo espera de nosotros.

El sujeto de esta época, donde la Ciencia nos ofrece todos lo que vendría a completarnos (véase detenidamente qué prometen las publicidades que nos acosan allí donde vamos), se encuentra compelido -y demandado- a una búsqueda de aquellos bienes que le garanticen la felicidad. Esta búsqueda, que puede llegar a alcanzar un
sesgo maníaco (Peter Sloterdik, “Extrañamiento del mundo”, Ed. Pre-textos, 1998), la experiencia nos muestra que conduce inevitablemente al una existencia marcada por lo frenético, lo ansiógeno y la angustia de no lograr tal estado de felicidad.

Y ya que hablamos de publicidades, otra característica de nuestra época es la articulación de la subjetividad moderna con las leyes del Mercado. Lo que trae una consecuencia directa con lo que se denomina autoridad. ¿Cómo entender esto? Autoridad no es autoritarismo, sino que aquél Ideal -sea el que fuere- que uno intenta trasmitir esté encarnado, que mi decir esté en concordancia con mi hacer. Pareciera ser que hoy, quién tiene algo para decir es aquél que tiene algo para vender y hacernos consumir. El imperio de las leyes del mercado en la cotidianidad de los sujetos, tiene como efectos el debilitamiento del grupo familiar, la inflación narcisística del yo con ideales utilitarios y de consumo (“mi ser se define por lo que puedo comprar...”), la alteración de la formación del Ideal que oriente nuestras existencias, y la degradación de las cuestiones referidas al amor.

Si la autoridad es lo que está en juego, por lo cual que lo aparece es un vacío de garantías, es entendible que cada vez más los sujetos no estén dispuestos a responsabilizarse por lo que les ocurre, por lo que padecen y por lo que se satisfacen (gozan).

La civilización, su programa está ligado a la figura del superyo tal como lo enfatizó Jaques Lacan: no sólo una instancia prohibidora, sino que se sostiene en un imperativo: ¡Goza!, que empuja a la satisfacción sin mediación alguna. Cuando esta vertiente no puede regularse por vía el Ideal y queda articulada a las leyes del Mercado, el abanico clínico que ello conlleva va desde la agresividad manifiesta en la competencia narcisística, pasando por el gasto compulsivo, la adicción a los juegos de azar, el consumo ilimitado de internet y/o todo lo que nos puede ofrecer una pantalla, anorexias y bulimias, hasta las toxicomanías de amplio espectro (consumos legales e ilegales). Junto a las manifestaciones que indican su reverso, la Angustia, el aburrimiento y la depresión.

Ante este panorama, el Psicoanálisis tiene algo que decir sobre el sufrimiento del ser hablante en la época que la ciencia reina. Ante estas nuevas formas desubjetividades, tiene el desafío de inventar nuevas maneras de alojarlas. Y esto debido a que el Psicoanálisis -tal como nos indica Jacques Lacan- tiene y debe tener en el horizonte de su práctica la subjetividad de la época. Por ello que la práctica psicoanalítica se inscribe en contra del imperativo gozante a la que la Ciencia y la Leyes del Mercado empujan a los sujetos. Por lo tanto, en contra de cualquier tentativa terapéutica que proponga una adaptacion del individuo a los programas de homogenización que rigen esta época.



En concordancia con esta temática, la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2, anuncia el próximo módulo del Seminario de Estudios Clínicos 2015, titulado “Variantes del consumo en la época”, que se llevará a cabo el sábado 12 de Septiembre, de 10:00 a 13:00 hrs. Lugar: Campus de la U.N.P.A. - U.A.R.G. - Sector A - Aula 14. El módulo estará a cargo del psicoanalista invitado Raúl Carmona (Bs. As.). Informes: bapriogallegos@gmail.comCel.: 2966-466777 / 2966-690793.

Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
Informes: (02966) 15459476 – 15466777 – 15690793
E-mail: bapriogallegos@gmail.com
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