I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
CUANDO UN NIÑO SE DISTRAE
(Texto publicado en el diario La Opinión Austral, el día 03 de Diciembre de 2014)
Autora: Lic. Alicia Marta Dellepiane
(Directora de Nepyac, Responsable del Gabinete psicológico y psicopedagógico de la Mutual Universitaria Ugarte, Miembro de la E.O.L. y el Centro Descartes; nepyac@gmail.com)
(Directora de Nepyac, Responsable del Gabinete psicológico y psicopedagógico de la Mutual Universitaria Ugarte, Miembro de la E.O.L. y el Centro Descartes; nepyac@gmail.com)
Nos han preguntado: ¿por qué se distraen los niños en clase “más
de lo común”? Podríamos preguntar a la vez: ¿qué quiere decir “más de lo
común”? Pero supongamos que estamos apuntando a aquellos que pueden ser
considerados como los “eternos distraídos"; podríamos preguntar nuevamente
¿los distraídos que no rinden en clase porque no entienden lo que se les
explica o los distraídos que, pese a que los maestros pueden llegar a
considerarlos como “los que siempre están en las nubes”, a la hora de ser evaluados tienen un buen
rendimiento? Pero también podríamos encontrar otras diferencias entre las
categorías de distraídos: aquellos que tienen períodos de distracción más
marcados que otros; los que se distraen cuando se sientan al lado de
determinados compañeros (lo que generalmente algunos maestros solucionan no
permitiéndoles sentarse juntos aunque lo deseen); los que se distraen en
algunas materias pero en otras no.
Y así como podríamos continuar encontrando múltiples matices,
categorías y subcategorías de “distraídos en clase”, podríamos encontrar
múltiples respuestas como las causas que producen la distracción.
Si la consulta al pediatra descarta las causas orgánicas,
tendremos que considerar esta actitud como un llamado de atención del sujeto
infantil a las instituciones (familia, escuela, etc.) que lo sostienen en su
crecimiento.
La distracción puede acompañarse de desgano, falta de interés,
hermetismo en la comunicación; muchas