jueves, 5 de septiembre de 2019

"Consumidores Anónimos." - Setiembre

I N S T I T U T O   O S C A R   M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n   R í o   G a l l e g o s


"Consumidores Anónimos."

Lic. Cintya González (Co-responsable de la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2 y miembro de la A.B.A.P.).

Sigmund Freud nos advierte que el plan de la creación no incluye que el hombre sea feliz, no hay felicidad sino satisfacción y el sentido de la vida encuentra su consistencia en la evitación del sufrimiento más que en la búsqueda de placer. Freud ubicó a los narcóticos, -a las drogas- como una de las técnicas que utilizan los humanos para paliar esa falta de felicidad, advirtiendo que a poco de practicar (la intoxicación) se harán sentir sus consecuencias…
En nuestra época el discurso capitalista hace creer que “todo es posible” ¡que todas las satisfacciones son posibles! Y para ello el mercado de consumo ofrece objetos con una promesa de felicidad. En el trasfondo hay un rechazo a lo que en psicoanálisis llamamos la castración, un rechazo a la falta, un rechazo a la incompletud propia de los seres hablantes. La propuesta mercantil implica dar respuestas sin hacerse preguntas. Apuntando a la idea de que todo es posible por la vía del consumo.
Los objetos tecnológicos se multiplican cada vez y se ofrecen a todos por igual, en general funcionan como objetos de distracción masiva que permiten dar respuesta de manera superflua a los sentimientos de insatisfacción propios del ser humano. De este modo el sujeto evita confrontarse con la pregunta por la causa de su deseo y se satura con la práctica del consumo. Vemos la ciencia asociada al mercado con la producción de objetos de consumo. La particularidad que presentan estos objetos es que frente al anonimato ofrecen cuestiones identitarias para agruparse ya que pertenecer a una colectividad es el privilegio ofrecido por estos objetos de consumo, de allí que la industria de productos truchos tenga tantas ventas.
Ernesto Sinatra señala el caso paradigmático de una droga letal, “el Paco”, desecho de la pasta base de cocaína causa química de la muerte de cada vez más sujetos, sobre todo de pobres. La técnica ha logrado transformar el desecho de investigaciones en un nuevo producto que se relanza al mismo mercado ahora sin pérdida, eliminando la entropía que cabe a todo proceso productivo, todo se recicla para volver a venderse como mercancía, nada se pierde, salvo vidas humanas y todo vuelve en dinero. Un efecto real de segregación operado por el mercado en alianza con las tecnologías más sofisticadas.
El asunto del que conviene estar advertido es que la ciencia en su desarrollo universaliza la producción hasta intentar reducir al mínimo las diferencias propias de los seres humanos, lo cual deviene en un recrudecimiento de la segregación,  el odio al semejante en tanto diferente. En este sentido cuanto más se intenta homogeneizar y hacer de las personas un “todos iguales”, más se incrementa el malestar en la civilización.
Auspicia: Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Cruz
Asociación de la Biblioteca Austral de Psicoanálisis

Informes: (02966) 15459476 – 15690793
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