miércoles, 16 de septiembre de 2015

El nuevo orden toxicómano - Septiembre de 2015

I N S T I T U T O   O S C A R   M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n   R í o   G a l l e g o s


EL NUEVO ORDEN TOXICÓMANO
(Texto publicado en el diario La Opinión Austral, el día 16 de Septiembre de 2015)

Autor: Lic. Ariel San Román
(Responsable Local de la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2)

Siguiendo a Ernesto Sinatra (“La feminización del mundo: el nuevo orden del toxicómano”, en Revista Virtualia nº25, Noviembre de 2012), la hipermodernidad, con su proceso de globalización, empuja a un estado actual de la civilización caracterizado por una manía a lo ilimitado, a lo sin medida. Con sólo escuchar o ver los eslogan publicitarios (por ejemplo, el “se ilimitado” de una compañía de telefonía móvil), nos percatamos de ello. Y esto se replica en ese ámbito privilegiado de inserción del infans (aquél que aún no habla) en la cultura: miren los programas televisivos infantiles y comiencen a tomar nota de cuál es la “bajada de línea” editorial de esas emisiones. Niños y niñas bombardeados con mensajes -y para nada subliminales- donde Todo (con mayúscula) se puede, Nada es Imposible (también con mayúsculas...), tenemos asegurado un acceso directo, sin ningún tipo de rodeo o espera, a una Satisfacción Absoluta (idem de idem). Y bajo estas coordenadas, es que se inscribe el nuevo orden toxicómano.

Para el psicoanálisis, lo que se trata de destacar es que el goce (la satisfacción en su más amplio sentido, que va desde lo placentero a lo mortífero), ya no está orientado por un Ideal (con mayúscula) que prohibía ciertas satisfacciones y permitía otras sustitutas. Una lógica donde para acceder a un Ideal, había que renunciar a ciertas satisfacciones personales, íntimas y prohibidas. Esto nos daba la pauta de tener que realizar, como decía Freud, ciertos rodeos para obtener la satisfacciones deseada. Rodeos que nos permitían hacer un lazo social con otros y nos sacaban del autismo del placer autoerótico. (Un sujeto que sólo obtiene placer mirando pornografía frente a una computadora, y que rehúsa cualquier confrontación con el Otro sexo, es un claro ejemplo de ello). Renuncia que nos permitía acceder a la cultura, pero no sin un malestar inherente a saber que no somos completos y que cada vez teníamos que renunciar más y más.

En cambio, la época que nos atraviesa (no importa la edad que tengamos), lo que está en juego es la
demostración de la posibilidad de acceder a un goce sin mediación alguna, sin rodeo, sin esperas, sin garantías a futuro porque es ahora, es ya, es todo, es sin compartir, de nadie más. Es ése el alcance de la frase de Jacques Lacan que indica que el plus de gozar hoy ha ascendido al cenit de la civilización. El goce se ha tragado al Ideal: es la satisfacción lo que rige el estado actual de la civilización y ya no el ideal.

Siguiendo a Sinatra, es interesante repensar y poner en tensión el “Malestar en la Cultura” en la época de Freud, con el propio actual. Para Freud, quién hizo una lectura de su época, el malestar era el síntoma (como retorno) que mostraba que la renuncia pulsional (¡”hay que dejar de gozar!” como mandato paterno de la civilización) no aseguraba la felicidad, sino que -por el contrario- reforzaba el circuito infernal de la instancia psíquica prohibitiva, el superyó, reintroduciendo la ferocidad del goce, ahora con la prohibición. La civilización se sostenía a partir de la culpa y el castigo, de los pecados y su expiación. La dinámica de la Iglesia y la Moral, se sostenían en este vaivén cíclico del pecado, culpa, castigo, expiación.

El imperativo actual de la civilización se ha transformado en su reverso: "¡hay que gozar!". Volvamos a los medios masivos de comunicación (si es que alguien los sigue viendo...). Hay una avanzada del goce sexual en varias de sus configuraciones: todo para ver, todo para escuchar, todo para consumir, todo para expulsar. Nuevamente: podemos acceder a un goce irrestricto, el que yo quiera, modelado, empaquetado, fraccionado, con sólo tener el dinero suficiente para poder pagar por ello... ¿Acaso el objeto droga no es el paradigma de esta ecuación? El objeto tóxico, al contrario de lo que se piensa, no es de diseño, sino que él diseña la vida y el cuerpo de los sujetos.

Estas manifestaciones dan cuenta de la dificultad, de la carencia, la falta evidente de la barrera del No. De que haya un No no sólo dicho por alguien, sino encarnado en el decir de alguien. El no tiene una función constitutiva de la subjetividad, organizadora de toda la experiencia de los sujetos. Es un decir No a toda experiencia que empuje a una exacerbación del goce, sea en su faz totalizadora del “¡Goza absolutamente de todo!”, como en su reverso “¡No goces absolutamente de nada!”. Ya que ambas vertientes se articulan en un destino mortífero para los sujetos, condenándolos a un destino funesto.

Y el objeto tóxico, adviene como punto de ruptura a la función de No, como estrategia ligada a los programas de la civilización de hoy que nos bombardea, nos formatea desde muy temprano, con la falsa ilusión de que somos “ilimitados”, por más que ello nos lleve a la soledad, al consumo ilimitado y a la muerte.


En concordancia con esta temática, la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2, anuncia el próximo módulo del Seminario de Estudios Clínicos 2015, titulado “Toxicomanías y Alcoholismo”, que se llevará a cabo el sábado 03 de Octubre, de 10:00 a 13:00 hrs. – Lugar: Campus de la U.N.P.A. - U.A.R.G. - Sector A - Aula 14. El módulo estará a cargo de la psicoanalista invitada Irene Greiser (Bs. As.). Informes: bapriogallegos@gmail.comCel.: 2966-466777 / 2966-690793.

Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
Informes: (02966) 15459476 – 15466777 – 15690793
E-mail: bapriogallegos@gmail.com
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