sábado, 18 de agosto de 2018

" ¿ A que lugar nos llevan los sueños ? " - Agosto 2018

I N S T I T U T O   O S C A R   M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n   R í o   G a l l e g o s


" ¿A que lugar nos llevan los sueños?"

(Texto a publicado en el diario La Opinión Austral,  18  Agosto de 2018)

Autor: Lic. Eduardo Blanco
 Miembro del IOM Rio Gallegos y de la ABAP.


El misterio de los sueños ha inquietado a la humanidad desde tiempos remotos. Diversas expresiones artísticas, culturales, filosóficas, literarias, investigaciones científicas, psicológicas, psicoanalíticas, se han interesado profundamente,  destacando el carácter de enigma que los sueños, que en sus distintas formas ha despertado un interés particular.
Desde el psicoanálisis, Freud se interesó desde un comienzo en los sueños; encontrando precisamente allí, una de las bases cruciales para entender el funcionamiento del inconsciente y las particularidades del método psicoanalítico.
Hasta ese momento, la ciencia no daba demasiada importancia al funcionamiento de los sueños. Para el ámbito científico, el sueño no era considerado un acto psíquico, sino que este era reducido a un mero fenómeno somático. De esta manera, gran parte de la ciencia, suponía que los sueños eran una producción absurda, originada en el estado de dormir. Momento en que se perderían las capacidades críticas del pensamiento, produciéndose contenidos disparatados y sin sentido.
Sin embargo, en las antípodas a esta concepción, han existido a lo largo de la historia un  modo profano de abordar los sueños. Esta tradición, presente en muchas culturas, suponía que los sueños tenían un sentido premonitorio, oculto y susceptible de ser develado.
Dentro de estas tradiciones, se podían diferenciar dos métodos. El método simbólico y el método del descifrado. El primero consistía en cambiar un contenido por otro, tomando el sueño en su totalidad, sustituyéndolo por otro contenido; pero este método no resulta confiable, ya que cae en la ambigüedad y depende siempre del ingenio y la intuición del interpretante.
El método del descifrado tiene a su vez dos versiones; una traduce el sueño por partes según una clave fija y arbitraria, lo cual la destina al fracaso, debido a que consiste en una lectura parcial y descontextualizada del sueño.
La ultima versión, consiste en tomar al sueño signo por signo, teniendo en cuenta la particularidad y las circunstancias en las que el soñante lo enuncia.
Esta ultima versión, es la que le interesará a Freud. A partir de sus investigaciones, descubre que los procesos presentes en el trabajo del sueño, le permitirán el acceso al dinamismo del inconsciente; pudiendo descubrir allí sus leyes particulares, tales como la atemporalidad, la ausencia de contradicción, figurabilidad, condensaciones y desplazamientos de sentidos, recuerdos y olvidos (entre otros).
Freud analiza detenidamente los elementos del sueño y la asociación entre los mismos, a partir del contenido manifestado por el soñante.
Sin embargo, uno de los descubrimientos más importantes en el trabajo del sueño, consiste en la presencia de un límite a la interpretación. Es decir aquellas lagunas, intervalos, ausencias, en donde el soñante no encuentra lugar para más interpretaciones. Limite en el cual el soñante se encuentra en la escena construida del sueño, frente a algo que le resulta extraño y ajeno. Estas experiencias subjetivas tienen como rasgo distintivo el efecto de sorpresa, propia de los efectos del inconsciente. Recordemos que el estilo del inconsciente es un estilo de irrupción sin explicación.
El inconsciente a veces entra por una  puerta que no reconocemos,  puertas por las que ingresa lo no esperado. Freud llamó a estas instancias, “ombligo del sueño”; este constituye aquellos límites a los que no se puede acceder por medio de la interpretación.
En los sueños, pueden figurarse  escenas, en las que el soñante suele inquietarse, escenas que suelen dejarlo indefenso, en donde todos los sentidos posibles y los elementos conocidos en el sueño, no logran significar y escapan a la interpretación.   Estas escenas (paradójicas del sueño),  y el lugar del soñante en ellas  son  las que orientarán la investigación psicoanalítica, caso por caso, cada una en su singularidad.
La presencia de los sueños en un psicoanálisis, implica ubicar el sueño dentro de la experiencia subjetiva del soñante. De esta manera el sueño se presenta como algo a descifrar, pero con ciertos defectos en su significación.
La labor del analista no será la de completar un sentido, otorgando significados arbitrarios al sueño,  sino que su función consiste en poner a trabajar al soñante, en su propia escena, escena que muchas veces lo inquieta y lo lleva a lugares desconocidos.
Estas experiencias del soñar han inspirado a gran parte de la literatura, como a tantas otras expresiones artísticas…
Algunas palabras de Jorge Luis Borges, hace unos años nos invitaban…
“de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra”
“y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?”
(Fragmento del poema “El sueño”. Jorge Luis Borges, 1964).


Auspicia: Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Cruz
Asociación de la Biblioteca Austral de Psicoanálisis

Informes: (02966) 15459476 – 15690793
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