I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
"La Angustia en nuestra época"
(Texto a publicado en el diario La Opinión Austral, diciembre de 2018)
Psp. Sandra Guiguet y Lic. Araceli Navarro. Miembros
de la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2 y de la A.B.A.P.
El pasado 24 de noviembre del 2018, el
psicoanalista Marcelo Marotta (Psicoanalista, director del CID de Bahía Blanca
del IOM2 y docente) brindó una conferencia sobre: Institución, síntoma y
angustia en las instituciones de salud en el marco del Seminario de
Estudios Clínicos 2018: “Angustia y trasferencia en la práctica psicoanalítica”
propuesto por la Delegación Río Gallegos del IOM2.
Se interroga si la
angustia en nuestra época es diferente a la angustia que describió Freud en su
época, y la redefinición de la angustia freudiana operada por Lacan. Las
palabras de Marotta al respecto fueron esclarecedoras expresando que el
progreso de las investigaciones científicas de la época se encuentra
estrechamente ligadas a la angustia, es decir, el proceso de la ciencia hoy
también produce angustia. Asimismo, recalco que las tecno-ciencias con los
nuevos aparatos permiten diagnosticar enfermedades de manera muy temprana, como
otro aspecto a destacar.
La angustia es un
apronte, es un prepararse a lo que podrá ser la descarga del acto, es la huida
o el ataque, dice Freud. Así podría decirse que el hombre se protege del horror
mediante la angustia, es esa señal de alarma que le permitirá al sujeto hacer
algo.
La posición como
practicantes del psicoanálisis es acompañar al sujeto que transite y atraviese
la angustia de la mejor manera. No podemos hablar de modos, pero sí de fuentes
de angustia. El sujeto parece tener que adaptarse no solo a las condiciones que
impone la irrupción de la ciencia en el mundo, sino también a los productos de
tecno-ciencia a los cuales estamos todos sometidos y beneficiados.
Nuestra época se haya
dominada por la combinación del discurso de la ciencia y del capitalismo, esta
combinación ha determinado nuevos modos de vínculos, reestructurando la
experiencia humana a modo diferente en la que se desplegaba tradicionalmente. Hay
un ideal consumista que intenta convencer al sujeto que todo lo que desea lo
puede lograr con su mérito individual, propiciando una adoración tecnológica
que se sostiene en la publicidad. Además del intento de homogeneización, este
ideal obliga y empuja a conseguir siempre un objeto más, con el que se promete
la obtención de un goce. Al referirnos a modos de goce que están determinados
por ciertos objetos: “Gadget” en Psicoanálisis aludimos a “estilos de vida”
La angustia de
nuestra época se vincula al culto por lo nuevo. Lo nuevo es solo nuevo en el
minuto presente luego de este, muere la novedad del objeto. ¿es el sujeto que
no quiere ser obsoleto?.
Este modo de angustia
de hoy tiene dos perspectivas: Por un lado la presencia de una tensión superyoica
que no permite disfrutar de que uno tiene y por otro lado ese gusto por lo
nuevo que hace que el objeto se vuelva obsoleto al poco tiempo, generando las
nuevas formas del síntoma que es la compulsión a comprar como defensa contra la
angustia.
En la cultura siempre esta lo falsamente nuevo
de la novedad mercantil, finalmente todo se trata de lo mismo, lo nuevo son solo
vestimentas por eso decimos que hay distintas fuentes de la angustia, pero la
angustia siempre es la misma.
El capitalismo
produce desechos, que terminan siendo los magníficos objetos de consumo que
producimos y la decadencia de toda novedad puebla el mundo de objetos que hay
que remplazar. Se puede pensar al movimiento ecologista como respuesta para que
el mundo no se convierta en un vasto desecho, el fantasma del progreso intenta
velar el “no saber” qué hacer con estos.
Por otro lado, el
psicoanálisis tiene una propuesta para la pregunta ¿Qué hacer con nuestros
desechos a nivel subjetivo, con eso que no funciona?
El “desecho” a nivel
subjetivo se trata en un análisis y el fin de análisis pensado como un saldo de saber,
saber hacer con eso obsoleto que se repite en el sujeto a modo de goce,
hablando en términos Lacanianos.
En el psicoanálisis
propone tratar el caso por caso. El psicoanalista como dice Eric Laurent es un
psicoanalista ciudadano reconociendo los significantes que se imponen en la
época. El psicoanálisis parte del fracaso, el fracaso es su causa, es decir, de
cada falla hace una causa que lo empuje. El fracaso o la falla hay que
sostenerla para percibir el momento de decir algo no de ella, sino a partir de
ella por lo tanto no tenemos que obturarla.
La escucha analítica
permite no aplacar la angustia que el paciente trae, sino acompañar a
atravesarla de modo que el sujeto encuentre una solución que sea la suya
singular expresada desde el hallazgo de un acto resolutorio. La angustia es
siempre un pasaje que hay que atravesar antes del acto resolutorio.
Refiere también como
las clasificaciones diagnósticas actuales han sustituido el concepto de
angustia por el de ansiedad y en su forma extrema por el ataque de pánico.
Dichos tratamientos apuntan a la universalización de los sujetos, pero el psicoanálisis
Lacaniano propone un tratamiento que apunta a la singularidad del sujeto
atendiendo lo que caracteriza la particularidad de su modo de goce, ya que es
lo que efectivamente le da el toque singular a cada uno.
La angustia de
nuestra época despojada de su nueva vestimenta es la misma angustia de ayer y
también la de mañana que Freud definió como: la reacción del yo que funciona
como una señal ante el peligro, y Lacan lo tomo como la señal para que el
sujeto quede advertido de un deseo que concierne al ser mismo que puede
expresarse en la pregunta: ¿Qué soy yo ante el deseo del otro?. No cabe duda
que pueden aparecer nuevas formas ofrecidas por la cultura actual que promueven
una situación de angustia.
Auspicia: Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Cruz
Asociación de la Biblioteca Austral de Psicoanálisis
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