I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
"El sentido olvidado de algunos ritos navideños"
(Texto a publicado en el diario La Opinión Austral, diciembre de 2018)
Lic.
Mariana Filippo, Analista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y
EOL. Miembro directivo ABAP y IOM2. Prof. Adj. UNPA UARG
¿A
qué se debe que en estos días de festejos de la Navidad los adultos nos veamos
compelidos a hacer regalos a los niños? O bien, refiere Claude Lévi
Strauss,”¿De dónde viene la idea de que los niños tienen derecho a exigir regalos,
que se imponen obligadamente a los adultos y éstos se ven empujados a crear un
ritual y mitología tan complicados para contenerlos y limitarlos?” En su texto,
Papá Noel en la pira (1952) el
antropólogo Levi Strauss se propone
desandar los resortes de esta costumbre que tiene ocupados a tantísimas
familias cuando se avecinan estos festejos. Cuestión que habitualmente
atribuimos al empuje al consumismo de nuestra época, que sin duda, influye en
su tendencia acrecentada, pero no lo explica cabalmente.
El autor, halla
motivación para escribir este texto en ocasión de una fuerte reacción de parte
del clérigo francés contra la figura de Papá Noel, en la posguerra, año 1951. El
argumento de la ofensiva era que carecía de un sentido religioso, lo cual
implicaba educar a los niños en la mentira y sólo respondía a fines comerciales. En esta
acusación, Estados Unidos era considerado gran responsable de que las fiestas
navideñas olvidaran el sentido religioso cristiano imponiendo sus fines
capitalistas. El reclamo cristiano llegó a tal punto que en la catedral de
Dijon, ciudad francesa, un muñeco de PN fue quemado delante de cientos niños huérfanos.
Con todo esto, la atracción que despierta la creencia en PN no fue derribada
por la Iglesia. Esta arraigada creencia, sin embargo no explica qué llevo a los
adultos a inventar tal mito.
Así
también, el autor detecta que la extensión de este mito no se limita a la
influencia de Estados Unidos e intenta demostrar de qué manera el desarrollo
moderno de la Navidad se arma de piezas
arcaicas de una celebración que nunca ha sido olvidada. Durante siglos,
tanto como en nuestros días, fue el momento de fiestas familiares. Refiere:
“Estamos en presencia de un ritual cuya importancia ha ido variando a lo largo
de la historia, con apogeos y ocasos. La forma (norte)americana es solamente el
más moderno de estos avatares”. Describe
a PN de la siguiente manera: es un ser sobrenatural, inmutable, que tiene una
función exclusiva y retorna periódicamente, pertenece a la familia de las
divinidades, es objeto de culto y ruegos por parte de niños en ciertos momentos
del año, recompensa a los buenos y castiga a los malos. Es la divinidad de una
franja de edad de la sociedad (mientras se mantiene su creencia) y se
diferencia en que ya los adultos no creen en él pero se ocupan de sostenerlo
frente a los niños.
Lévi
Strauss permite situar a éste como parte de los ritos de pasaje, ya que expresa un estatus diferencial entre niños
pequeños por un lado y adolescentes y adultos por el otro. A la vez,
recuerda que en las sociedades humanas los mitos y ritos de iniciación y pasaje tienen la función de mantener el orden y
obediencia de los menores. Es decir, habría una utilidad de este mito en
exhortar a los niños a que se porten bien todo el año y se reduciría a un corto
tiempo su posibilidad de pedir regalos.
Aún
así, con estos rodeos, el antropólogo encuentra algo más que explica porqué
esta figura y mito calan tan hondo en las relaciones estructurales de ciertas
sociedades. La similitud entre PN y los
rituales de aborígenes del sudoeste norteamericano, ayuda a explicar esto. En
estas tribus, los adultos se disfrazan de dioses y ancestros, denominados katchinas,
que regresan periódicamente a visitar la aldea para bailar o castigar o
recompensar a los niños, sin que éstos reconozcan a sus familiares en los
disfraces. Lévi Straus refiere que no es solo para regular el comportamiento de
los niños sino que las katchinas son almas de niños indígenas, trágicamente
ahogados en un río en la época de las migraciones ancestrales. Son a la vez “prueba de muerte y
testimonio de la vida después de la muerte”. Una vez establecidos en la aldea, el mito
cuenta que los dioses venían todos los
años a llevarse niños y los adultos desesperados pactaron con ellos en que se
queden en el más allá a cambio de
representarlos cada año can máscaras y danzas. Si los niños son excluidos del misterio de las katchina no
es solamente para intimidarlos, es realmente porque ellos mismos son katchina.
Vemos que al igual que PN, detrás de la
oposición niños adultos, queda en evidencia la oposición entre vivos y muertos.
Son modos de tramitar la relación con la
muerte. En tanto alimentan la ilusión en los niños de que los regalos vienen
de una divinidad, aportan una prueba al secreto movimiento que incita a los
adultos a ofrecerlos al más allá con el
pretexto de regalárselos a los niños. “Por este medio los regalos de Navidad
son un verdadero sacrificio a la dulzura de vivir, la cual consiste ante todo
en no morir”.
Auspicia: Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Cruz
Asociación de la Biblioteca Austral de Psicoanálisis
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