I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
LA ESCUCHA EN LA URGENCIA SUBJETIVA
(Texto a publicado en el diario La Opinión Austral, el día 06 de Septiembre de 2017)
Autor: Lic. Ariel San Román
(Miembro de la Delegación Río Gallegos perteneciente al I.O.M.2.)
Hacer mención a la escucha y a la subjetividad en relación a la urgencia subjetiva, implica considerar ciertos elementos que configuran diversas modalidades discursivas que habitan el lenguaje. Aspectos epistémicos, que sostienen una práctica ética.
Precisamente es el campo del lenguaje en donde habitamos y construimos, a partir de las palabras, significaciones de cómo son y cómo deberían ser diferentes dimensiones de lo humano. Sentidos particulares, que orientan nuestras existencia. Como diría Jacques Lacan: “Si lo que Freud descubrió y redescubre de manera cada vez más abierta tiene un sentido, es que el desplazamiento del significante determina a los sujetos en sus actos, en su destino, en sus rechazos, en sus cegueras, en sus éxitos y en su suerte, a despecho de sus dotes innatas y de su logro social, sin consideración del carácter o el sexo...” (“El seminario sobre La Carta Robada”, Escritos 1, Ed. Siglo XXI, 1999). Entendamos al “significante”, por el momento, como aquellas palabras, mandatos, frases que marcan a los sujetos en su constitución y a partir de las cuales organizan su realidad psíquica, dándole un sentido estable a su existencia en el mundo.
De este modo, estas significaciones particulares caracterizan las diferentes posiciones subjetivas que los sujetos tienen
frente a los objetos, presentes en la realidad o no, como ante los otros que hacen a su entorno.
Ahora bien, ¿qué determina una urgencia en el sujeto?. Podemos pensar en una interrupción del sentido construido y la realidad del sujeto, que viene a desestablizar lo que hasta ese momento se mantenía como una constante en el funcionamiento psíquico. Contingencia donde la noción de “urgencia” delata una exigencia temporal: “no hay tiempo para…”. Por el lado del sujeto, se presenta una exigencia
a la acción en lo inmediato, a la resolución sin ningún tiempo de elaboración. De allí el peligro, en estas circunstancias, de que se puedan a llegar a producir pasajes al acto peligrosos para el sujeto o su entorno. De allí que, por el lado de aquellos que están encargados de atender las “urgencias”, suele predominar la prisa y el “no hay tiempo que perder…”.
Al decir de Freud: algo ha alterado la homeostasis del aparato psíquico, generando sufrimiento a partir de tal exceso. Exceso que enfrenta al sujeto a diversos fenómenos en el cuerpo, a la angustia, a la muerte. A partir de tal interrupción de sentido, tal vez -en el mejor de los casos- el sujeto pueda dirigirse a un otro que le permita encontrar alguna significación que haga referencia a su malestar.
En la experiencia clínica, distintos discursos y lecturas caracterizan y clasifican las distintas modalidades de presentación de la urgencia: “puede tratarse de un ataque de pánico”, “desestabilización de una psicosis”, “una alucinación histérica”; “un acting-out”, “un pasaje al acto” o “la aparición de ideaciones suicidas”, etc. Distintos fenómenos que pueden presentarse en diferentes estructuras subjetivas, por lo cual al establecerse los criterios clínicos acerca de la urgencia se debe estar advertido de no generalizar ni universalizar la práctica en un “para todos lo mismo”.
En este sentido podemos preguntarnos sobre las posibilidades que puede tener la escucha psicoanalítica sobre tales fenómenos que delatan la disarmonía del sujeto con la realidad, ya que pone el acento en lo particular sobre aquello que sufre el sujeto.
Siguiendo a Jean-Claude Maleval, podemos advertir que cuando hablamos de otros (pares, semejantes, pacientes, etc.), se tiende a realizar una oposición de representaciones que nos hacen entrar en categorías clasificatorias. Aun los antipsiquiatras no pueden emanciparse del lenguaje categorial y nominalista, donde tales clasificaciones salpican sus discursos y sus escritos demostrando que no basta con oponerse a un sistema de pensamiento para romper con la alienación que allí se engendra (Jean-Claude Maleval, “Locuras histéricas y psicosis pisociativas, Ed. Paidos, 1981).
Pero lo que necesariamente no debe olvidarse, es la condición estructural de disarmonía del sujeto con la realidad. Disarmonía que no se buscará silenciar sino que, por el contrario, se buscará que el sujeto pueda implicarse en ella a partir de su decir. La orientación de la escucha se encuentra precisamente en el camino de las continuidades y las discontinuidades generadas en el decir del sujeto, a partir del modo particular en el que el sujeto habita su espacio y su tiempo. La escucha permitirá un espacio de alojamiento subjetivo, y la posibilidad de introducir el tiempo de comprender, de elaborar sobre aquello que nos urge, allí donde la urgencia y el apresuramiento del sujeto exigen concluir inmediatamente.
En concordancia con esta temática, la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2, anuncia el próximo módulo del Seminario de Estudios Clínicos 2017, titulado “Clínica de la Urgencia”, que se llevará a cabo este sábado 09 de Septiembre, de 10:00 a 13:00 hrs. - en el Campus de la U.N.P.A. - U.A.R.G. - Sector A - Aula 13. El módulo estará a cargo de la Lic. Cintya González. Informes: bapriogallegos@gmail.com – Cel.: 2966-466777 / 2966-690793 – Blog: http://iom-riogallegos.blogspot.com.
Precisamente es el campo del lenguaje en donde habitamos y construimos, a partir de las palabras, significaciones de cómo son y cómo deberían ser diferentes dimensiones de lo humano. Sentidos particulares, que orientan nuestras existencia. Como diría Jacques Lacan: “Si lo que Freud descubrió y redescubre de manera cada vez más abierta tiene un sentido, es que el desplazamiento del significante determina a los sujetos en sus actos, en su destino, en sus rechazos, en sus cegueras, en sus éxitos y en su suerte, a despecho de sus dotes innatas y de su logro social, sin consideración del carácter o el sexo...” (“El seminario sobre La Carta Robada”, Escritos 1, Ed. Siglo XXI, 1999). Entendamos al “significante”, por el momento, como aquellas palabras, mandatos, frases que marcan a los sujetos en su constitución y a partir de las cuales organizan su realidad psíquica, dándole un sentido estable a su existencia en el mundo.
De este modo, estas significaciones particulares caracterizan las diferentes posiciones subjetivas que los sujetos tienen
frente a los objetos, presentes en la realidad o no, como ante los otros que hacen a su entorno.
Ahora bien, ¿qué determina una urgencia en el sujeto?. Podemos pensar en una interrupción del sentido construido y la realidad del sujeto, que viene a desestablizar lo que hasta ese momento se mantenía como una constante en el funcionamiento psíquico. Contingencia donde la noción de “urgencia” delata una exigencia temporal: “no hay tiempo para…”. Por el lado del sujeto, se presenta una exigencia
a la acción en lo inmediato, a la resolución sin ningún tiempo de elaboración. De allí el peligro, en estas circunstancias, de que se puedan a llegar a producir pasajes al acto peligrosos para el sujeto o su entorno. De allí que, por el lado de aquellos que están encargados de atender las “urgencias”, suele predominar la prisa y el “no hay tiempo que perder…”.
Al decir de Freud: algo ha alterado la homeostasis del aparato psíquico, generando sufrimiento a partir de tal exceso. Exceso que enfrenta al sujeto a diversos fenómenos en el cuerpo, a la angustia, a la muerte. A partir de tal interrupción de sentido, tal vez -en el mejor de los casos- el sujeto pueda dirigirse a un otro que le permita encontrar alguna significación que haga referencia a su malestar.
En la experiencia clínica, distintos discursos y lecturas caracterizan y clasifican las distintas modalidades de presentación de la urgencia: “puede tratarse de un ataque de pánico”, “desestabilización de una psicosis”, “una alucinación histérica”; “un acting-out”, “un pasaje al acto” o “la aparición de ideaciones suicidas”, etc. Distintos fenómenos que pueden presentarse en diferentes estructuras subjetivas, por lo cual al establecerse los criterios clínicos acerca de la urgencia se debe estar advertido de no generalizar ni universalizar la práctica en un “para todos lo mismo”.
En este sentido podemos preguntarnos sobre las posibilidades que puede tener la escucha psicoanalítica sobre tales fenómenos que delatan la disarmonía del sujeto con la realidad, ya que pone el acento en lo particular sobre aquello que sufre el sujeto.
Siguiendo a Jean-Claude Maleval, podemos advertir que cuando hablamos de otros (pares, semejantes, pacientes, etc.), se tiende a realizar una oposición de representaciones que nos hacen entrar en categorías clasificatorias. Aun los antipsiquiatras no pueden emanciparse del lenguaje categorial y nominalista, donde tales clasificaciones salpican sus discursos y sus escritos demostrando que no basta con oponerse a un sistema de pensamiento para romper con la alienación que allí se engendra (Jean-Claude Maleval, “Locuras histéricas y psicosis pisociativas, Ed. Paidos, 1981).
Pero lo que necesariamente no debe olvidarse, es la condición estructural de disarmonía del sujeto con la realidad. Disarmonía que no se buscará silenciar sino que, por el contrario, se buscará que el sujeto pueda implicarse en ella a partir de su decir. La orientación de la escucha se encuentra precisamente en el camino de las continuidades y las discontinuidades generadas en el decir del sujeto, a partir del modo particular en el que el sujeto habita su espacio y su tiempo. La escucha permitirá un espacio de alojamiento subjetivo, y la posibilidad de introducir el tiempo de comprender, de elaborar sobre aquello que nos urge, allí donde la urgencia y el apresuramiento del sujeto exigen concluir inmediatamente.
En concordancia con esta temática, la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2, anuncia el próximo módulo del Seminario de Estudios Clínicos 2017, titulado “Clínica de la Urgencia”, que se llevará a cabo este sábado 09 de Septiembre, de 10:00 a 13:00 hrs. - en el Campus de la U.N.P.A. - U.A.R.G. - Sector A - Aula 13. El módulo estará a cargo de la Lic. Cintya González. Informes: bapriogallegos@gmail.com – Cel.: 2966-466777 / 2966-690793 – Blog: http://iom-riogallegos.blogspot.com.
Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
Informes: (02966) 15459476 – 15690793
E-mail: bapriogallegos@gmail.com
Facebook: /iom.riogallego
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