I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
LA INSTITUCIÓN FAMILIAR
(Texto a publicado en el diario La Opinión Austral, el día 20 de Julio de 2016)
Autor: Lic. Ariel San Román
(Responsable Local de la Delegación Río Gallegos perteneciente al I.O.M.2.)
(Responsable Local de la Delegación Río Gallegos perteneciente al I.O.M.2.)
Continuamos
en la senda de los trabajos preliminares, que apuntan a las IV
Jornadas Regionales del I.O.M.2 en la Patagonia, denominadas “La
trama de lo familiar ...o la extrañeza de lo propio”,
a realizarse en la localidad de Río Gallegos los días 09 y 10 de
septiembre de 2016.
A-
Jacques Lacan, en el año 1938, escribe el texto “Los
complejos familiares en la formación del individuo”
(en “Otros escritos”; Ed. Paidós, Bs. As., 2012), a pedido de
Henry Ey, para ser incluido en la próxima edición de la
enciclopedia francesa. Allí, hace un revisión conceptual de la
familia como institución y delimita su función en la constitución
subjetiva del individuo, en tanto grupo elemental en la transmisión
de la cultura. El presente articulo, busca rescatar la actualidad de
la elaboración lacaniana de la familia, y poder observar qué de
esta caracterización sigue invariante en la época actual y qué se
ha modificado de la misma.
B-
Para Lacan, siguiendo los aportes de la antropología estructural del
momento, la familia es una institución que excede a pensarla sólo
como un grupo natural con funciones de conservación biológica. Es
una institución, donde el desarrollo singular de las relaciones
sociales, depende de dos dimensiones bien definidas: por un lado, la
capacidad de la transmisión simbólica vía el lenguaje; y por el
otro, correlativamente, por una economía paradójica de las
satisfacciones. Aquello que se transmite, podríamos enmarcarlo en el
orden de los Ideales que una sociedad establecida exige/demanda de
sus individuos. Ideales que apuntarían a una regulación de las
relaciones interpersonales, para un beneficio del colectivo social.
Ingresar a los mismos, implica renunciar -de ahí que Lacan recalca
el término “correlativo”- a satisfacciones personales e
individuales en pos de un consenso colectivo. Y de esa renuncia,
Sigmund Freud lo dijo con todas las letras, surge un malestar, una
tensión que es ineliminable por estructura en la articulación
individuo/Sociedad. Por ello no sólo debe transmitir prohibiciones,
sino -punto esencial en este texto de Lacan- que debe transmitir un
saber hacer con dicho malestar y las satisfacciones individuales. De
allí que se afirme que la conservación y progreso de la
institución, es ante todo una obra colectiva y constituye la
cultura: “introduce
una nueva dimensión en la realidad social y en la vida psíquica”
(Op. Cit, pág 33) de los individuos.
En
la estructura cultural de la familia humana, encontramos los modos de
organización de la autoridad familiar (aspecto hoy cuestionado), las
leyes de su transmisión (la pregunta es, ¿qué
se transmite hoy?), los conceptos de descendencia y del parentesco (pensemos en los casos de adopción), las leyes de herencia y sucesión (¿qué ha ocurrido, cuando los hermanos entran en guerra por los bienes de sus progenitores fallecidos?), y las leyes del matrimonio (en el sentido antropológico del término).
se transmite hoy?), los conceptos de descendencia y del parentesco (pensemos en los casos de adopción), las leyes de herencia y sucesión (¿qué ha ocurrido, cuando los hermanos entran en guerra por los bienes de sus progenitores fallecidos?), y las leyes del matrimonio (en el sentido antropológico del término).
C-
La
familia, entonces, tiene un papel primordial en la transmisión de la
cultura. Si bien varias de sus funciones le son disputadas por otros
grupos sociales (escuela, grupo de pares, clubs deportivos,
colectivos de arte, bandas de música, etc.), la familia prevalece en
la primera educación (o socialización primaria) tanto en la
adquisición de una lengua, como en la represión de las
satisfacciones individuales que se contraponen al Ideal de lo social.
Es decir, la familia tiene un papel determinante en el desarrollo
psíquico del individuo, ya que transmite estructuras de
comportamiento y de representación que se instauran más allá de la
voluntades personales y que exceden los límites de la conciencia. De
esta manera, la familia establece una continuidad psíquica entre
generaciones cuya causalidad es de orden subjetivo. No hay aquí
ningún instinto biológico que regule dicha transmisión.
D-
Desde
el origen de las sociedades, la antropología lo ha señalado con
pertenencia, han existido leyes y prohibiciones donde se establece la
diferenciación entre lo permitido y lo no permitido, al igual que
sostienen la preservación de los ritos y costumbres, la conservación
de la técnica y del patrimonio cultural (Op. Cit, pág 35). En el
transcurso de la historia de la humanidad, y en los diversos
contextos sociales, encontramos en la sociedades las formas acabadas
de la autoridad tanto en sus roles de instaurar la prohibición y
autorizar sobre qué está permitido, como de transmisión del acerbo
cultural. Es interesante constatar que no en todas las sociedades
dichas funciones recaen sobre el mismo actor social, sino por lo
contrario, están distribuidas en diferentes integrantes de la
familia. Por ejemplo en ciertas sociedades matrilineales (en sentido
riguroso, no podría hablarse de matriarcales), el encargado de
establecer las prohibiciones es el tío materno, mientras que el
encargado de transmitir la técnica y patrimonio cultural es el
padre.
Y
es aquí, sobre todo, que debemos tener en cuenta que la familia que
uno concibe por lo general, en nuestra cultura occidental (con todas
las particularidades socio-político-económicas, que ello encierra),
es la familia nuclear producto de la revolución industrial y la
organización de la sociedad que ésta produjo. Es decir, que la
familia moderna -afirma Lacan- es una “contracción
de la institución familiar”
(Op. Cit., pág 37). Donde aquellas funciones distribuidas entre
varios integrantes de la familia (que obviamente excede el lazo
sanguíneo), recaen en uno o dos integrantes a lo sumo. Es por ello,
que la familia occidental moderna suele confundirse con el grupo
biológico, cuando hay que pensarla como producto de un profundo
cambio socio histórico como lo fue la revolución industrial y el
empuje capitalista de consumo consecuente.
E-
Ahora bien, Lacan habla de la familia en 1938 y nos advierte: esto
está modificándose. Por lo cual, podemos pensar ¿qué de esa
familia de la cual hablaba en aquél entonces, ha quedado hoy?
Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
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