I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
LA INSTITUCIÓN FAMILIAR
(Texto publicado en el diario La Opinión Austral, el día 16 de Marzo de 2016)
Autor: Lic. Ariel San Román
(Responsable Local de la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2; Secretario de la A.B.A.P.)
Continuamos en la senda de los trabajos preliminares, que apuntan a las IV Jornadas Regionales del I.O.M.2 en la Patagonia, denominadas “La trama de lo familiar ...o la extrañeza de lo propio”, a realizarse en la localidad de Río Gallegos los días 09 y 10 de septiembre de 2016.
A- Jacques Lacan, en el año 1938, escribe el texto “Los complejos familiares en la formación del individuo” (en “Otros escritos”; Ed. Paidós, Bs. As., 2012), a pedido de Henry Ey, para ser incluido en la próxima edición de la enciclopedia francesa. Allí, hace un revisión conceptual de la familia como institución y delimita su función en la constitución subjetiva del individuo, en tanto grupo elemental en la transmisión de la cultura. El presente articulo, busca rescatar la actualidad de la elaboración lacaniana de la familia, y poder observar qué de esta caracterización sigue invariante en la época actual y qué se ha modificado de la misma.
B- Para Lacan, siguiendo los aportes de la antropología estructural del momento, la familia es una institución que excede a pensarla sólo como un grupo natural con funciones de conservación biológica. Es una institución, donde el desarrollo singular de las relaciones sociales, depende de dos dimensiones bien definidas: por un lado, la capacidad de la transmisión simbólica vía el lenguaje; y por el otro, correlativamente, por una economía paradójica de las satisfacciones. Aquello que se transmite, podríamos enmarcarlo en el orden de los Ideales que una sociedad establecida exige/demanda de sus individuos. Ideales que apuntarían a una regulación de las relaciones interpersonales, para un
A- Jacques Lacan, en el año 1938, escribe el texto “Los complejos familiares en la formación del individuo” (en “Otros escritos”; Ed. Paidós, Bs. As., 2012), a pedido de Henry Ey, para ser incluido en la próxima edición de la enciclopedia francesa. Allí, hace un revisión conceptual de la familia como institución y delimita su función en la constitución subjetiva del individuo, en tanto grupo elemental en la transmisión de la cultura. El presente articulo, busca rescatar la actualidad de la elaboración lacaniana de la familia, y poder observar qué de esta caracterización sigue invariante en la época actual y qué se ha modificado de la misma.
B- Para Lacan, siguiendo los aportes de la antropología estructural del momento, la familia es una institución que excede a pensarla sólo como un grupo natural con funciones de conservación biológica. Es una institución, donde el desarrollo singular de las relaciones sociales, depende de dos dimensiones bien definidas: por un lado, la capacidad de la transmisión simbólica vía el lenguaje; y por el otro, correlativamente, por una economía paradójica de las satisfacciones. Aquello que se transmite, podríamos enmarcarlo en el orden de los Ideales que una sociedad establecida exige/demanda de sus individuos. Ideales que apuntarían a una regulación de las relaciones interpersonales, para un
beneficio del colectivo social. Ingresar a los mismos, implica renunciar -de ahí que Lacan recalca el término “correlativo”- a satisfacciones personales e individuales en pos de un consenso colectivo. Y de esa renuncia, Sigmund Freud lo dijo con todas las letras, surge un malestar, una tensión que es ineliminable por estructura en la articulación individuo/Sociedad. Por ello no sólo debe transmitir prohibiciones, sino -punto esencial en este texto de Lacan- que debe transmitir un saber hacer con dicho malestar y las satisfacciones individuales. De allí que se afirme que la conservación y progreso de la institución, es ante todo una obra colectiva y constituye la cultura: “introduce una nueva dimensión en la realidad social y en la vida psíquica” (Op. Cit, pág 33) de los individuos.
En la estructura cultural de la familia humana, encontramos los modos de organización de la autoridad familiar (aspecto hoy cuestionado), las leyes de su transmisión (la pregunta es, ¿qué se transmite hoy?), los conceptos de descendencia y del parentesco (pensemos en los casos de adopción), las leyes de herencia y sucesión (¿qué ha ocurrido, cuando los hermanos entran en guerra por los bienes de sus progenitores fallecidos?), y las leyes del matrimonio (en el sentido antropológico del término).
C- La familia, entonces, tiene un papel primordial en la transmisión de la cultura. Si bien varias de sus funciones le son disputadas por otros grupos sociales (escuela, grupo de pares, clubs deportivos, colectivos de arte, bandas de música, etc.), la familia prevalece en la primera educación (o socialización primaria) tanto en la adquisición de una lengua, como en la represión de las satisfacciones individuales que se contraponen al Ideal de lo social. Es decir, la familia tiene un papel determinante en el desarrollo psíquico del individuo, ya que transmite estructuras de comportamiento y de representación que se instauran más allá de la voluntades personales y que exceden los límites de la conciencia. De esta manera, la familia establece una continuidad psíquica entre generaciones cuya causalidad es de orden subjetivo. No hay aquí ningún instinto biológico que regule dicha transmisión.
D- Desde el origen de las sociedades, la antropología lo ha señalado con pertenencia, han existido leyes y prohibiciones donde se establece la diferenciación entre lo permitido y lo no permitido, al igual que sostienen la preservación de los ritos y costumbres, la conservación de la técnica y del patrimonio cultural (Op. Cit, pág 35). En el transcurso de la historia de la humanidad, y en los diversos contextos sociales, encontramos en la sociedades las formas acabadas de la autoridad tanto en sus roles de instaurar la prohibición y autorizar sobre qué está permitido, como de transmisión del acerbo cultural. Es interesante constatar que no en todas las sociedades dichas funciones recaen sobre el mismo actor social, sino por lo contrario, están distribuidas en diferentes integrantes de la familia. Por ejemplo en ciertas sociedades matrilineales (en sentido riguroso, no podría hablarse de matriarcales), el encargado de establecer las prohibiciones es el tío materno, mientras que el encargado de transmitir la técnica y patrimonio cultural es el padre.
Y es aquí, sobre todo, que debemos tener en cuenta que la familia que uno concibe por lo general, en nuestra cultura occidental (con todas las particularidades socio-político-económicas, que ello encierra), es la familia nuclear producto de la revolución industrial y la organización de la sociedad que ésta produjo. Es decir, que la familia moderna -afirma Lacan- es una “contracción de la institución familiar” (Op. Cit., pág 37). Donde aquellas funciones distribuidas entre varios integrantes de la familia (que obviamente excede el lazo sanguíneo), recaen en uno o dos integrantes a lo sumo. Es por ello, que la familia occidental moderna suele confundirse con el grupo biológico, cuando hay que pensarla como producto de un profundo cambio socio histórico como lo fue la revolución industrial y el empuje capitalista de consumo consecuente.
E- Ahora bien, Lacan habla de la familia en 1938 y nos advierte: esto está modificándose. Por lo cual, podemos pensar ¿qué de esa familia de la cual hablaba en aquél entonces, ha quedado hoy? Lo continuaremos en la próxima entrega.
En la estructura cultural de la familia humana, encontramos los modos de organización de la autoridad familiar (aspecto hoy cuestionado), las leyes de su transmisión (la pregunta es, ¿qué se transmite hoy?), los conceptos de descendencia y del parentesco (pensemos en los casos de adopción), las leyes de herencia y sucesión (¿qué ha ocurrido, cuando los hermanos entran en guerra por los bienes de sus progenitores fallecidos?), y las leyes del matrimonio (en el sentido antropológico del término).
C- La familia, entonces, tiene un papel primordial en la transmisión de la cultura. Si bien varias de sus funciones le son disputadas por otros grupos sociales (escuela, grupo de pares, clubs deportivos, colectivos de arte, bandas de música, etc.), la familia prevalece en la primera educación (o socialización primaria) tanto en la adquisición de una lengua, como en la represión de las satisfacciones individuales que se contraponen al Ideal de lo social. Es decir, la familia tiene un papel determinante en el desarrollo psíquico del individuo, ya que transmite estructuras de comportamiento y de representación que se instauran más allá de la voluntades personales y que exceden los límites de la conciencia. De esta manera, la familia establece una continuidad psíquica entre generaciones cuya causalidad es de orden subjetivo. No hay aquí ningún instinto biológico que regule dicha transmisión.
D- Desde el origen de las sociedades, la antropología lo ha señalado con pertenencia, han existido leyes y prohibiciones donde se establece la diferenciación entre lo permitido y lo no permitido, al igual que sostienen la preservación de los ritos y costumbres, la conservación de la técnica y del patrimonio cultural (Op. Cit, pág 35). En el transcurso de la historia de la humanidad, y en los diversos contextos sociales, encontramos en la sociedades las formas acabadas de la autoridad tanto en sus roles de instaurar la prohibición y autorizar sobre qué está permitido, como de transmisión del acerbo cultural. Es interesante constatar que no en todas las sociedades dichas funciones recaen sobre el mismo actor social, sino por lo contrario, están distribuidas en diferentes integrantes de la familia. Por ejemplo en ciertas sociedades matrilineales (en sentido riguroso, no podría hablarse de matriarcales), el encargado de establecer las prohibiciones es el tío materno, mientras que el encargado de transmitir la técnica y patrimonio cultural es el padre.
Y es aquí, sobre todo, que debemos tener en cuenta que la familia que uno concibe por lo general, en nuestra cultura occidental (con todas las particularidades socio-político-económicas, que ello encierra), es la familia nuclear producto de la revolución industrial y la organización de la sociedad que ésta produjo. Es decir, que la familia moderna -afirma Lacan- es una “contracción de la institución familiar” (Op. Cit., pág 37). Donde aquellas funciones distribuidas entre varios integrantes de la familia (que obviamente excede el lazo sanguíneo), recaen en uno o dos integrantes a lo sumo. Es por ello, que la familia occidental moderna suele confundirse con el grupo biológico, cuando hay que pensarla como producto de un profundo cambio socio histórico como lo fue la revolución industrial y el empuje capitalista de consumo consecuente.
E- Ahora bien, Lacan habla de la familia en 1938 y nos advierte: esto está modificándose. Por lo cual, podemos pensar ¿qué de esa familia de la cual hablaba en aquél entonces, ha quedado hoy? Lo continuaremos en la próxima entrega.
Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
Informes: (02966) 15459476 – 15466777 – 15690793
E-mail: bapriogallegos@gmail.com
Facebook: /iom.riogallegos
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