I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
INCIDENCIA DE LAS TRANSFORMACIONES FAMILIARES EN LA SUBJETIVIDAD
(Texto publicado en el diario La Opinión Austral, el día 06 de Junio de 2012)
Autor: Lic. Marina Filippo
(Responsable local del I.O.M. - Delegación Río Gallegos)
A
lo largo de los tiempos la familia ha ido tomando diversas formas
que, en su momento, prevalecieron sobre otras, dejando por fuera
aquellas modalidades que no eran consideradas como tal. En un primer
tiempo predominó la concepción religiosa de la familia, luego fue
sustituida por la ilusión del lazo social natural.
En
la actualidad nos encontramos con que el espacio familiar está
sustancializado por lo jurídico. En este punto ya no podemos negar
que la forma tradicional de la familia ha llegado a su fin, acaecido
junto a un desplazamiento de la articulación de la autoridad.
Variaciones
Un
factor decisivo, entre otros, en estas transformaciones es la
declinación de todas las formas de autoridad alrededor de las cuales
se organizaban las instituciones. Numerosos estudios sociológicos
coinciden en esto y lo atribuyen al “dinamismo
imparable de la globalización que nos arroja a una sociedad del
riesgo y la contingencia, transformando el núcleo familiar, la
intimidad de los sujetos y su relación con la autoridad”
(Leonardo Gorostiza; “Autoridad”,
en Revista Lacaniana 5-6, Bs. As., 2007).
En
el seno de las familias, nos encontramos con la declinación de la
autoridad paterna y correlativamente las modificaciones en el lugar
de la mujer y la infancia. Vale decir, asistimos a una equiparación
de los derechos entre mujeres y hombres, padres y niños, entre
generaciones. Hay, entonces, un predominio de los lazos horizontales.
La
igualdad de los derechos entre las mujeres y los hombres condujo a un
nuevo término: parentalidad. El manto de
igualdad que los cubre pretende borrar las diferencias. Los avances tecnológicos acuden en auxilio ya que la procreación asistida aporta a la pluralización de vínculos que permiten articular padres e hijos fuera de la forma tradicional.
igualdad que los cubre pretende borrar las diferencias. Los avances tecnológicos acuden en auxilio ya que la procreación asistida aporta a la pluralización de vínculos que permiten articular padres e hijos fuera de la forma tradicional.
En
cuanto al niño, pasó de ser tomado por la preocupación de la
descendencia y la transmisión del nombre al lugar de objeto que
organiza y causa el discurso familiar. Así como para Freud el niño
era el Ideal, según Lacan queda encuadrado en el lugar de “objeto
plus de goce”.
El niño queda situado en una doble vertiente: por un lado, como
objeto expuesto al tráfico, circulación y contiendas familiares; y
por otro, como sujeto de derechos, cuya divulgación nos es bien
conocida.
Consecuentemente,
la vigilancia respecto de los abusos que el niño puede llegar a
padecer opera un desplazamiento en lo que horroriza a la sociedad
Invariantes
A
pesar de estas transformaciones, hay algo que se mantiene y es el
empuje a la familia. Es decir, la familia pervive mediante un pacto
estructural conformado por tres términos Padre – Madre – Hijo.
Lo que varía son las condiciones de la relación entre ellos, lo
cual produce nuevas máscaras.
Respecto
del padre, la función que le atañe en tanto autoridad,
función que no es privativa del hombre, es ofrecer puntos de anclaje
al sujeto
y regular los modos de satisfacción, es decir, que pueda humanizar
el deseo, encarnar un modo de tratamiento efectivo del goce,
cuestiones que promueven el sentido de la vida para el sujeto. Sin
estas funciones el sujeto queda a la deriva y por lo cual la familia
se ve obligada a reorganizar sus ideales y estructura simbólica de
otra manera.
Asimismo,
el lugar ganado por el niño en la sociedad hace que el debate sobre
lo que se considera familia sea en torno a él. El niño define la
familia y las discusiones actuales recaen sobre qué se puede
considerar como tal alrededor de un niño.
¿Cuál
es el interés de la familia para el psicoanálisis?
Frente
a estos avatares de la familia en lo contemporáneo el psicoanálisis
no puede quedar ajeno, ya que el síntoma se edifica en relación a
lo social.
Tal
como se ha dicho anteriormente, las variaciones en la articulación
de la autoridad paterna no significan necesariamente el fin de la
familia, más bien nos indican que exige una reorganización.
En
una época en que la relación con la autoridad es lábil, frente a
la proliferación de prácticas autodestructivas y disolución de
identificaciones, asistimos a un refuerzo de los sistemas de
vigilancia panópticos que se dedican a identificar cuerpos y modos
de satisfacción en desmedro de la construcción de sistemas
simbólicos.
La
apuesta del psicoanálisis es que la ley, vale decir, la transmisión
que atañe a quien representa la autoridad, se encarne en un deseo,
atendiendo a las particularidades de manera tal que no quede
reabsorbida en un discurso universal. Y ¿qué función le atañe al
padre con sus avatares? No sólo prohibir, sino autorizar una
relación confiable con el goce.
Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis.
Informes: (02966) 15459476 – 15466777 – 15690793
E-mail: bapriogallegos@gmail.com
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